Tal y como os prometimos la semana pasada en este artículo(idea de una de nuestras seguidoras), hoy vamos a centrarnos en una de las enfermedades que pueden llegar a afectar a ese pequeño grupo de perros braquicéfalos (aquellos que tienen la cabeza ancha y el hocico muy corto o chato)
¿Qué es el Síndrome Braquicéfalo?
Antes de contaros que es lo que se conoce como Síndrome Braquicéfalo, queremos tranquilizar a los dueños de este tipo de perros. Y es que, aunque es cierto que tiene mayores probabilidades de tenerlo por la forma de su cabeza, y el diminuto tamaño de su hocico, no quiere decir que si o si, vaya a desarrollar este síndrome.
El síndrome braquicéfalo, es una enfermedad de tipo respiratorio, causada por varios tipos de problemas (que pueden presentarse en solitario o conjuntamente), entre los que destacan: el alargamiento anormal del paladar, la presencia de pólipos (pequeños tumores) en la laringe, estrechamiento de las fosas nasales e incluso un la tráquea de tamaño inferior al normal. Estos síntomas, impiden que el animal pueda realizar un trabajo respiratorio normal, poniendo en serio peligro su vida.
A diferencia de otras patologías que hemos tratado anteriormente, este síndrome no está causado por ninguna causa externa. Su origen, está ligado a la genética y a la súper selección a la que han sido sometidas este tipo de razas, para obtener los ejemplares cada vez más chatos.
¿Cuáles son sus síntomas?
Reconocer este tipo de enfermedad suele ser una tarea bastante sencilla, ya que su sintomatología es muy característica y no da lugar a ser confundida con otro tipo de proceso.
Los síntomas que deben hacerte sospechar son:
-Una respiración mucho más pesada y ruidosa de lo habitual
-Se cansa mucho más que antes al realizar cualquier tipo de actividad
-Vómitos
-Tos y estornudos
-Dificultad para tragar su comida
¿Y sus soluciones?
Dependerá del grado de afectación que tenga tu perro y el momento de su vida en el que se le diagnostique. Lo mejor que se puede hacer en estos casos, es pasar por el quirófano para eliminar aquello que le está impidiendo respirar con normalidad.
Mientras ese momento llega, lo que puedes hacer, es seguir los consejos que os dimos en el anterior artículo y ayudarle a que lleve una vida lo más tranquila posible.