Aunque todo el mundo vemos a los cachorros como pequeños seres totalmente adorables a los que dan ganas de achuchar cada cinco minutos, lo cierto es que son diminutas bombas de relojería que pueden ponerse pachuchas en un abrir y cerrar de ojos, por culpa de la inmadurez de su sistema inmunológico y su curiosidad por descubrir el mundo que les rodea.
Siete males que puede padecer tu cachorro
Siete males o trastornos a los que los cachorros son especialmente sensibles, de los cuales es bastante probable que sufra, a lo largo de su desarrollo, dos o tres de ellos. Es por eso, que hay que conocerlos a todos y saber qué hacer en cada momento.
Diarrea
Junto a los vómitos y los cuerpos extraños, suele ser el mal más frecuente. Si notas que tu cachorro hace las heces de esta manera, no esperes demasiado tiempo para acudir al veterinario. La diarrea, puede ser provocada por cosas tan tontas como un cambio de alimentación o la leche de vaca (la cual, a pesar de las creencias populares, les sienta como un tiro) o ser uno de los síntomas de alguna enfermedad más grave como el parvovirus.
Si se le pasa en un momento y no vomita, no hay nada que temer. Si además de defecar blando vomita, déjale sin comer, que no sin beber, durante todo el día. ¿Sigue igual al día siguiente? Al veterinario de cabeza.
Vómitos
Generalmente suelen vomitar porque algo que se han comido no les ha sentado demasiado bien, pero el vómito también puede estar relacionado con enfermedades tan peligrosas como el moquillo o el coronavirus.
¿Cuándo hay que alarmarse?
Cuando el vómito presente un color negruzco o en él se vean restos de sangre o tenga arcadas secas. Si ves esto, corre rápidamente al veterinario más cercano. ¿No hay nada de esto? Quítale la comida durante doce horas y mejorará.
Ingesta de cuerpos extraños
Puede que se coma algo, como un trozo de su juguete favorito o un pedazo de la bolsa del súper y no le pase nada, pero es bastante probable que te toque practicarle los primeros auxilios más básicos.
Dónde suelen alojarse los cuerpos extraños
Tres son los lugares en los que se puede quedar atrapado un cuerpo extraño: la boca, el esófago y el estómago.
Si el objeto está en el interior de su boca, esta se irritará, provocándole dolor y dificultad para masticar o tragar. Ante esta situación, el cachorro intentará meterse las patas en la boca, babear y todo lo que el crea que puede hacer salir a lo que se ha comido. Generalmente puede extraerse con mucho cuidado y la ayuda de unas pinzas en casa, pero si no te atreves o está demasiado profundo ve en cuanto te sea posible tu clínica veterinaria de cabecera.
Si ha conseguido pasar la barrera de la boca y hemos tenido la mala suerte de que está en el esófago o el estómago, sal corriendo al veterinario, ya que cada segundo cuenta. En ambos casos, el animal intentará vomitar lo que se ha comido, adoptando posturas bastante raras y no querrá moverse del lugar en el que se encuentre.
Para no aburriros y hacer mucho más amena la lectura, dejamos los cuatro males restantes para el próximo artículo. No te lo pierdas.
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