En Navidad, nuestro perro está mucho más expuesto a comer alimentos que se salen de su dieta habitual. Alimentos, que nuestros familiares o nosotros mismos les damos para que prueben, los cuales pueden causarles problemas intestinales bastante serios.
¿Qué puede comer mi perro en Navidades?
Lo ideal sería que no se saliera de la dieta que le damos habitualmente, pero con las visitas familiares, es algo poco más que imposible. ¿Podemos darle algo en especial estas Navidades? Por supuesto, siempre y cuando sean comidas que estén adaptadas para perros, como los piensos naturales de la tienda de animales embajadores o sean productos naturales como el pavo o pollo hervido.
Comidas que debes evitar darle a tu perro en Navidad
Si quieres tener unas Navidades tranquilas, deberías evitar que tu perro se convierta en el receptor de las sobras que van quedando en la mesa. Productos como los bombones de chocolate, las salsas que usamos para acompañar a los platos o el cordero, pueden hacer que tu mejor amigo acabe visitando a su veterinario.
La mayoría de los alimentos que consumimos en Navidad son perjudiciales para nuestro perro. Cosas como el chocolate, que está presente en una gran cantidad de dulces navideños, pueden intoxicarle. Y no es lo único que le puede hacer daño, las cáscaras de mariscos como las gambas o los langostinos, también pueden provocarles molestias en el estómago y estreñimiento.
Mucho ojo con los huesos que puedan astillarse, como los de pollo, pavo o cordero. ¿Por qué? Porque pueden causarles problemas tan serios como:perforaciones en el estómago, quedarse atrapados en su garganta, pudiendo asfixiar a tu mejor amigo. Ya lo sabes, no dejes que nadie le de uno para que se entretenga, los huesos directamente a la basura.
¿No crees que sea para tanto? Quizá cambies de idea cuando te digamos que algo tan inofensivo como la carne de cordero cocinada, es una de las causas que más consultas veterinarias provoca a lo largo de las fiestas. Los perros, no están preparados para asimilar correctamente la carne de cordero, debido a la cantidad de grasa que posee. Es por ello que la ingesta de esta les provoca molestias estomacales y esta está fría, ocasionarles diarreas y vómitos.
La sal y las salsas tampoco son algo que tu perro debería comer. Los perros no necesitan grandes aportes de sal en su dieta diaria. Con la que está presente en el pienso o comida húmeda que consumen habitualmente es más que suficiente. ¿Por qué se debe evitar? Porque al igual que sucede con los humanos, los perros también pueden sufrir hipertensión y tener problemas de corazón asociados a esta enfermedad.
¿No te puedes resistir a darle algo especial de comer? Combate la tentación acercádote a tu tienda de mascotas más cercana y cómprale alguna edición especial de chucherías para perro navideñas o regálale un cargamento de esas que tanto le gusta comerse. Evita los excesos navideños, no le des las sobras de las cosas que se quedan en la mesa y tanto tú como tu perro, pasaréis unas fiestas navideñas sin ningún tipo de problemas.