Hace un par de días, una de nuestras recientes seguidoras y buena amiga nuestra, nos contó en uno de sus mensajes, el pequeño susto que tuvo hace unas semanas con su adorable Carlino y su mala experiencia con un veterinario de urgencia, que le diagnostico a su pequeñajo, una dolencia que no tenía.
Y es que, encontrar a un buen profesional, ya sea de forma urgente o rutinaria que cuide a nuestro perro como a nosotros nos gustaría, no siempre es fácil.
¿Qué debe tener un buen veterinario?
- Tratar a nuestro mejor amigo con cariño, haciéndole sentir como si estuviera en su propia casa. Es importante que no le vea como uno más de la lista que va a engrosar su cuenta corriente (aunque sea verdad), ya que esta actitud descuidada, puede llevar a diagnósticos erróneos.
- Cercanía, para explicarnos lo más simple posible la enfermedad que está afectando a Toby y cuál es el tratamiento indicado para que se cure completamente. No todo el mundo ha convivido el mismo tiempo con perros, ni conoce al dedillo todas las enfermedades que existen.
- Auxiliares u otros veterinarios adjuntos con cierto grado de experiencia, que sepan en todo momento lo que tienen que hacer y no titubeen a la hora de realizar una u otra acción, ni tengan que buscar la aprobación de su jefe a cada paso que dan.
- Un lugar de trabajo que esté limpio y ordenado, en el que los animales cuenten con las comodidades necesarias para que le sea administrado cualquier tipo de tratamiento especial o se puedan recuperar de alguna dolencia grave u operación.
- Conocer dónde están sus límites y enviarte a otro colega más cualificado, para tratar esa patología en las que no tiene experiencia.
Y para ti ¿qué virtudes debe tener un buen veterinario?