¿Puede nuestra mascota convertirse en un perro de terapia?

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Cada vez vemos a los perros en más ámbitos en los que ayudan a las personas a mejorar su vida diaria, como ocurre con las visitas que hacen a los hospitales, a las residencias de ancianos, etc.

Cuando los vemos nos preguntamos si nuestra mascota puede entrar dentro de la categoría de perros de terapia, algo que es posible conseguir si tiene una serie de características que vamos a ver a continuación.

No debe ser de una raza concreta

Para que un perro trabaje como animal de terapia no debe ser de una raza concreta. De hecho, existen muchos perros mestizos que son muy buenos ayudando a las personas a encontrarse mejor.

perro asistencia humanos

A pesar de ello, lo cierto es que por el carácter de la raza hay algunas que se ven mucho en el mundo de la terapia con animales, como el labrador, el Golden, el caniche o el pastor alemán.

La característica principal es el equilibrio

Un perro de terapia tiene que vivir decenas de situaciones distintas y en ninguna de ellas puede reaccionar mal. Jamás debe dar un ladrido de advertencia, enseñar los dientes ni subirse encima de las personas.

En su trabajo lo tocarán decenas de manos, que a veces no serán muy cuidadosas y todo lo tiene que soportar sin mostrar rechazo ni amenaza.

De esta manera, podemos decir que si el animal se lleva bien con los niños y juega con ellos sin problema, es probable que sea un buen perro de terapia.

Tiene que ser un animal sociable

Ser un perro de terapia no es sencillo, y de hecho es posible que las personas a las que trata de ayudar no se quieran acercar a él por diversas causas, como el miedo, deterioro cognitivo, etc.

perro de ayuda

Por eso, una cualidad deseable es que el perro sea sociable, que se acerque a las personas de forma amistosa y con ganas de jugar, lo que va muy bien en las terapias con ancianos, pues eso los obliga a moverse, a hacer algo de ejercicio.

Debe estar sano

Es una obviedad, pero si nuestro perro padece cualquier enfermedad no puede ser un perro de asistencia, puesto que va a estar en contacto estrecho con muchas personas que padecen problemas de salud y son vulnerables.

Del mismo modo, hay que desparasitarlo con frecuencia tanto por dentro como por fuera, estableciendo una pauta especial junto con el veterinario pensando en este tipo de animales.

No es necesario un adiestramiento específico

Aunque a veces se cree que los perros de terapia deben de tener un adiestramiento especial, lo cierto es que no es así y esto viene por la confusión que hay con los perros de asistencia.

cualquier perro sirve para ser de asistencia

De hecho, con una obediencia básica y con las características adecuadas, nuestra mascota se puede convertir en un perro de terapia muy bueno, ayudando así a las personas que más lo necesitan.

Es una afición bonita, y si consideramos que el perro que tenemos en casa puede servir, lo mejor es ponerse en contacto con alguna asociación que tengamos cerca. Ahora con Internet es muy sencillo y de esa forma vamos a poder comprobar si en casa tenemos un perro de terapia.