Los perros, al igual que los humanos, pueden vomitar de vez en cuando por muchas causas y eso no debe asustarnos como no lo hacemos cuando nos ocurre a nosotros porque algo nos ha sentado mal.
Es cierto que no es agradable ver a un perro que vomita amarillo o hace lo propio con comida sin digerir, pero es algo a lo que tendremos que enfrentarnos en varias ocasiones a lo largo de la vida de nuestro mejor amigo.
Este vómito proviene de la bilis
Casi el 90% de los casos en los que un perro vomita se resuelven a lo largo de 48 horas, en muchas ocasiones sin que un veterinario tenga que intervenir y simplemente retirando al animal la comida o dándole alguna muy suave del estilo de los yogures naturales.

Dentro de esos casos no suelen aparecer los vómitos de este color que es muy llamativo que asusta bastante a los propietarios y que se produce en el momento en el que el estómago del perro está vacío.
Si el animal no ha comido nada, la bilis se almacena en la vesícula y se va concentrando por lo que su poder irritante aumenta y si se produce un reflujo duodenal la bilis pasa al estómago vacío y lo irrita.
Esta irritación es la que hace que el perro vomite de color amarillo con una especie de espuma que proviene del estómago cuando no está digiriendo comida alguna.
¿Qué puede causar estos vómitos?
Dejando a un lado las enfermedades hay situaciones en las que puede aparecer este problema y por suerte la mayoría son fáciles de solucionar.
Los cambios en la dieta, dejando mucho tiempo entre comidas o el darle al perro un pienso de mala calidad favorecen este tipo de vómito.
Si hemos empezado a darle una medicación también puede tener a los vómitos como uno de sus efectos secundarios y el estrés, que sufren mucho los animales que viven encerrados en la ciudad también hace que un perro pueda tener este problema.
Existen enfermedades en las que uno de sus síntomas es la aparición de vómito amarillo
No pasa nada porque un día nos encontremos que nuestro perro ha dejado un reguero de vómitos de color chillón, pero sí que tenemos que empezar a preocuparnos si aparecen de manera frecuente.
En este caso lo mejor es ir cuanto antes al veterinario para que haga las pruebas pertinentes y ver si aparecen por los motivos que hemos visto con anterioridad o se deben a una enfermedad más grave.
Gastritis
Es común en perros y se puede producir por una infección, porque ha comido una enorme cantidad de alimento o porque se ha comido algún objeto extraño.

Suele aparecer vómito de color amarillo debido a que al animal le duele el estómago y no le apetece comer, por lo que queda vacío.
El veterinario puede pincharle un medicamento para perro para vomito, evitando que siga produciéndose la irritación del estómago y de la garganta a la vez que nos puede recomendar no darle nada de comer o que ingiera alimentos como el arroz cocido con un poco de pollo.
Obstrucción intestinal
A diferencia de los gatos, los perros tienen a llevárselo todo a la boca y a comerse cualquier cosa. Un juguete, un tapón de plástico o incluso un hueso pueden provocar una obstrucción del intestino.
Primero aparecen vómitos regulares y luego sale la bilis de color amarillo cuando el estómago está vacío, lo cual se suele acompañar de mucho dolor abdominal y de una gran apatía.
Alergias alimentarias
Los perros también sufren alergias alimentarias y uno de los principales síntomas son los vómitos que serán amarillos cuando ya no le quede comida en el estómago.

Aquí la solución es tan fácil como cambiar de dieta, siempre consultando con el veterinario, por una hipoalergénica con la cual en animal mejorará enseguida y dejará de vomitar.
Enfermedad del hígado
Más graves son las enfermedades del hígado, las cuales pueden aparecer cuando el animal ya está llegando al final de su vida, aunque por suerte ahora se pueden tratar para que la calidad de vida mejore.
Si vemos vómitos biliosos con diarrea y heces blancas es posible que el hígado no funcione bien, así que hay que ir al veterinario para que haga las pruebas pertinentes.