Hoy en Mi perro, vamos a hablar de una de las enfermedades caninas a las que menos importancia le damos y que pueden causar graves complicaciones a nuestro perro, si no estamos atentos a las señales que nos dan.
Nuestro tema del día es: la Otitis canina
¿Qué es la Otitis?
La Otitis, es una inflamación del oído externo, que puede estar causada por múltiples factores, son: alergias, parásitos externos (como pueden ser los ácaros o las garrapatas), algún elemento extraño que se introduzca en el pabellón auditivo (espiguillas, pequeños trozos de ramas), tener una cantidad elevada de pelo en las orejas (lo que le pasa a Tokoro) o algún otro factor como malformaciones en el oído.
Esta inflamación, suele traer de la mano, una infección, cuya importancia estará en relación con el objeto que esté produciendo la otitis.
¿Cuáles son sus síntomas?
Los síntomas que presenta el perro con Otitis, pueden variar, según sea el grado de afectación que tengan.
Si es una Otitis de pequeña consideración, nuestro perro, comenzará a realizar ciertas acciones, que nos alertarán de que hay algo que le esta molestando. Los síntomas frecuentes de estas afecciones suelen ser: el rascado repetitivo en la zona próxima a las orejas, el arrastre de la oreja que le molesta por el suelo o los muebles y el síntoma más evidente de que algo no está bien, como son las sacudidas de cabeza.
Generalmente, conseguimos darnos cuenta del problema y podemos atajarlo sin ninguna consecuencia para la salud de nuestro perro. Sin embargo, hay ocasiones, en las que estos primeros síntomas pasan desapercibidos, creándose una infección de mayores proporciones, que pueden causarles alteraciones en su equilibrio, entre las que están, las vueltas incontroladas en círculos o la inclinación de la cabeza hacia el lado afectado.
En algunas ocasiones, las sacudidas de cabeza, pueden llegar a producirles otohematomas (inflamaciones bastante evidentes de la oreja), por la rotura de algunos de los capilares. Para tratar esta pequeña lesión, bastará con que nuestro veterinario, realice una sencilla operación, para drenar el hematoma y devolver la oreja a su estado original.
¿Cómo podemos tratarla?
Para conseguir curar de forma efectiva al perro, lo mejor, es acudir a nuestro veterinario de confianza, para que evalué el grado de afectación del oído y le ponga el tratamiento adecuado.
Generalmente, el tratamiento consiste, en un antibiótico, para hacer desaparecer la infección y unas gotas, con las que rebajar la inflamación. Es importante que sigamos el tratamiento hasta el final y no lo dejemos, cuando apreciemos mejoría en el perro, ya que si no se cura bien, a la larga, podemos volver a tener este mismo problema.
No podemos evitar las Otitis, al igual que otras enfermedades, pero si es posible minimizar su aparición, con una higiene adecuada y una revisión diaria del estado de sus orejas.
Muchas Gracias por informarnos sobre las enfermedades de nuestras mascotas.
En casa tenemos a «Estrella» que por fin se ha descartado que tenga tiroides.