Lo primero que queremos hacer, es pediros perdón por no haber podido actualizar demasiado la semana pasada. El culpable, ha sido por un inoportuno dolor de espalda, que me ha tenido fuera de juego unos cuantos días (por suerte ya estoy mejor)
Hoy tenemos en miperro, la historia de Hachiko, uno de los mejores ejemplos de fidelidad canina que hemos podido conocer y cuya figura podemos contemplar en el Museo Nacional de Ciencia de Japón.
¿Quién es Hachiko?
Hachiko, era un Akita Inu, nacido en los primeros años de la década de los años 20 del siglo pasado (leer esto, a mi por lo menos, me da una sensación de vejez grande) en una granja de la Praefectura de Akita.
¿Por qué lo conocemos?
La leyenda de Hachiko, comienza con un hecho trágico, que os contaremos más adelante. Este perro, adoptado por el gran ingeniero agrónomo Eisaburo Ueno, tenía la sana costumbre de acompañar a su querido amo, todos los días hasta la puerta de la estación de tren de Shibuya, lugar en el que ambos vivían.
Todos los días, Hachiko acudía a la estación despedir y recibir con alegría a su dueño, al regreso de su trabajo y regresar juntos a casa.
Pero un desgraciado día, el profesor Ueno, no pudo regresar junto a Hachiko. Un infarto fulminante, terminó con su vida, mientras se encontraba dando una de sus clases en la Facultad de Agricultura en la Universidad de Tokio. Nuestro buen amigo, ajeno a este terrible acontecimiento, espero al profesor durante toda la noche y todos los días de esa semana.
Aunque su buen amigo no volvía, Hachiko, permaneció instalado en el mismo lugar durante los siguientes 10 años, esperando a que el profesor Eisaburo, regresara de su largo viaje.
Cuando el pobre perromurió, se construyo una caseta en la tumba de su amo, lugar en el que se le enterró, hasta que decidieron exhumarse sus restos y exponerlos en Tokio. Hoy, podemos contemplar la bonita escultura, que se realizó en su honor, en la plaza que hay frente a la estación.
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