Hoy, en nuestras Historias con perro, queremos desmontar una de los mitos caninos más conocidos de todos los tiempos. ¿Por qué? Porque consideramos que es necesario reconocer al verdadero héroe de tan dura hazaña.
¿A quién nos estamos refiriendo? A Balto, un Husky Siberiano, al que todo el mundo considera el principal artífice, de la llegada de la penicilina, a su pueblo natal.
Y es que, aunque Balto formó parte de la gran expedición que recorrió miles de kilómetros, para recoger un valioso cargamento de penicilina, con el que poder salvar la vida de los niños del pequeño pueblecito de Nome, no fue uno de los líderes principales que arrastraron los trineos, hasta su destino final. El gran héroe de esta gran aventura, se llamaba Togo y debería ser a él al que recordáramos para siempre.
Entonces… ¿Por qué se eligió a Balto? Posiblemente, porque era uno de los perros preferidos de los niños de Nome y su historia era mucho más entrañable que la del resto de perros.