Los perros están presentes en todos los ámbitos de la vida, de manera que podemos encontrarlos incluso en las Imagenes cristianas, como por ejemplo en todas las representaciones que se hacen de San Roque.
¿Quién era San Roque?
San Roque era un occitano, una región de la actual Francia, que vivió en el siglo XIV, aunque parece que no hay acuerdo en cuanto a su época de nacimiento, ya que hay quién la adelanta un siglo.
Nació en el seno de una familia rica, pero una vez muertos sus padres decidió vender todas sus posesiones y convertirse en un peregrino pobre.
Durante su peregrinar curaba a los enfermos de peste, de tal manera que desde entonces en los pueblos se le pidió ayuda en las epidemias de peste y cuando aparecía cualquier tipo de enfermedad.
La devoción hacia este hombre santo ha llegado hasta nuestros días, de manera que cada 16 de agosto se celebra su día en todos los lugares en los que hay cristianos, los cuales se refieren a él como el patrón de los enfermos y de los pobres.
¿Por qué sale siempre un perro con San Roque?
La imagen del perro que siempre acompaña a este santo no está ahí por casualidad. La tradición nos dice que el perro salvó a San Roque de una muerte segura.
Al estar siempre mezclado con enfermos de peste, San Roque enfermó y se retiró a un bosque, en donde habría muerto de hambre si el perro de una familia acaudalada no le hubiese llevado todos los días una hogaza de pan.
El dueño del perro ,extrañado del comportamiento de su can, decidió seguir al animal, hasta que descubrió a San Roque, momento en el que se lo llevó a su casa para alimentarlo y curarlo de sus heridas, producidas por la peste.