Aunque no nos demos cuenta de ello, nuestros mejores amigos peludos se van convirtiendo en abueletes entrañables a los que les van apareciendo los achaques propios de la edad. Y es que, aunque parezcan indestructibles, a ellos también con el paso de los años les falla la vista, el corazón e incluso también la memoria.
¿La memoria también se puede ver afectada por la edad en un perro? Por supuesto, de hecho ellos también pueden sufrir un tipo de demencia senil muy similar a la que padecen los seres humanos.
Disfunción cognitiva canina, la demencia canina
Confundida muy a menudo con cambios de comportamiento propios de una edad avanzada, la disfunción cognitiva canina es una enfermedad mucho más común de lo que se suele pensar.

¿Solo ataca a perros senior o puede también afectar a perros más jóvenes? Por norma general la demencia canina suele afectar a perros de edad avanzada, aunque en algunas ocasiones esta se puede llegar a manifestarse en animales mucho más jóvenes.
Cómo puedo reconocer si mi perro tiene demencia canina
Como ya hemos apuntado anteriormente, uno de los síntomas principales de este tipo de enfermedad es suelen cambiar su comportamiento, mostrando menos interés por buscar el contacto humano, la búsqueda de caricias o venir a saludarnos sin tanta alegría. ¿Qué otros síntomas provocan esta enfermedad?
- Pérdidas de memoria e incapacidad para aprender cosas nuevas. Los perros que sufren demencia ven mermadas sus facultades para responder a las órdenes que han aprendido e incluso pueden llegar a no reconocer a sus propios dueños
- Pueden desorientarse. Al igual que los seres humanos, los perros con disfunción cognitiva canina pueden llegar a perderse en entornos que son conocidos a la perfección por ellos.
- Cambios de apetito. Que un perro sufra cambios en el apetito no es bueno, sobre todo si deja de comer. En el caso de que nuestro perro sea mayor y poco a poco deje de comer es posible que la causante sea la demencia.

- Aparece la ansiedad. La ansiedad es algo común en los perros que pasan mucho tiempo solos, pero si nuestro mejor amigo está ya entrado en años y de repente parece ansioso, podemos sospechar que la demencia senil está haciendo mella en él, con síntomas como los ladridos intempestivos, miedos que antes no tenía, etc.
- La actividad disminuye. Que un perro activo deje de estarlo de repente, debe ponernos en alerta inmediata. De nuevo, si esta pérdida de actividad se asocia a un perro con edad avanzada es posible que el animal comience a padecer demencia, en especial si vemos que camina como perdido, sin ir a ninguna parte.
¿Qué podemos hacer para mejorar la vida de nuestro perro?
Poco se puede hacer para detener la demencia, pero sí que podemos llevar a cabo algunas acciones para mejorar la calidad de vida de nuestra mascota.
La primera acción que llevaremos a cabo será llevarlo al veterinario, en donde es posible que le receten algunas pastillas para mejorar el riego al cerebro o para detener los síntomas el máximo tiempo posible.

La segunda acción, ya en casa, será comenzar a poner rutinas a la hora de comer, de pasear y de jugar. De esa manera el perro tendrá menos problemas de ansiedad y sabrá que hay unos momentos fijos del día para cada acción.
Para finalizar, solo nos queda tener la máxima paciencia posible, sin enfardarnos nunca con nuestro perro que es el que peor lo está pasando.