La palabra jaula no evoca imágenes positivas, pues pensamos en ella como un recinto muy pequeño donde el perro se pasa encerrado todo el día sin interacción con humanos.
Esto no es así, y de hecho las jaulas nos serán útiles en muchas situaciones muy limitadas en el tiempo, que vamos a ver a continuación.
Al recibir visitas
No a todas las visitas les gustan los perros, más si el nuestro es muy pesado y salta encima de todo el mundo, pide atención constantemente o se dedica a robar comida.
Por eso, unas de las situaciones en las que podemos usar una jaula es cuando llegan visitas a casa, momento en el que podemos meterlo en una jaula amplia, de las de varios paneles y en donde el animal se puede mover, tumbarse, ponerse de pie, etc., con libertad.
En muchos casos, sobre todo cuando vienen niños y el perro es de raza pequeña, meter al perro en la jaula significará protegerlo de los “juegos” de los infantes, que no saben bien cómo tratar a un perro si no tienen uno en casa.
Cuando lo operan
A veces los perros tienen problemas y los tienen que operar. En esos momentos es mejor que estén controlados para evitar riesgos innecesarios y la mejor forma de hacerlo es metiéndolo en una jaula grande, en uno de esos parques que se pueden montar y desmontar en un momento.
De esta manera, vamos a poder mover la jaula por toda la casa, para sacar al perro al jardín, tenerlo cerca cuando estamos trabajando con el ordenador, etc.
En los viajes en coche
Cuando viajamos en coche el perro tiene que ir separado del conductor o de lo contrario nos pueden multar.
Una de las mejores maneras de viajar con ellos en el coche es con una jaula o transportín (los hay de varios tipos) adecuada al tamaño del perro para que pueda tener algo de movimiento dentro.
En cuanto se acostumbran a usar la jaula se duermen en el viaje y van muy tranquilos, lo que nos ayuda a nosotros a concentrarnos en la carretera y a hacer el viaje sin estrés, sabiendo que nuestro perro está a gusto descansando en su transportín.
Cuando las perras tienen cachorros
Otro de los usos comunes de las jaulas es separar a las perras que han sido madres, en especial si hay más perros en casa o tenemos niños muy pequeños.
Gracias a la jaula vamos a controlar mejor el proceso. La madre no se podrá llevar a ninguna parte a los cachorros y estará más tranquila si hay mascota en casa, que no la podrán molestar, al igual que los más pequeños que siempre están mirando a los cachorros, algo que puede no sentar muy bien a la madre.
Hay que acostumbrar al perro a la jaula poco a poco
Para que pase a la jaula no sea traumático, antes de meter al perro por primera vez tendrá que pasar por un proceso de aclimatación, que podemos lograr con el juego y las recompensas.
Nunca hay que meter al perro y cerrar, sino que tiene que entrar con ella abierta y le dejaremos juguetes y comida. La idea es que asocie entrar en la jaula con algo positivo, para que así podemos cerrarla sin que comience a ladrar o sufra ansiedad por querer salir.