Llega el verano y con él los temidos parásitos externos, que atacan tanto a perros como a gatos, pero sobre todo a los primeros debido a que son los que más suelen salir de casa.
En este momento hay que decidir qué medidas vamos a tomar para proteger a nuestras mascotas contra los parásitos externos, como las pulgas y las garrapatas sobre todo, además de contra el mosquito que transmite la leishmaniasis, una enfermedad que por suerte ahora ha pasado de mortal a crónica en la mayoría de los casos.
Medidas a tomar en gatos
Aunque decía que los gatos salen menos de casa, al menos los que viven en ciudades, eso no quiere decir que no puedan tener parásitos, por lo que hay que protegerlos usando algunas de las medidas que hay disponibles en el mercado.
Entre estas medidas mi favorita son las pipetas para gatos, una especie de pequeña ampolla con un líquido que se pone al gato en la parte del cuello, allí donde no se puede chupar.
La pipeta suele proteger por un periodo que va desde las tres a las cuatro semanas y evita que nuestro mejor amigo contraiga parásitos como las pulgas y las garrapatas, que son más asquerosas aún que las primeras.
Hay más medidas que podemos tomar para desparasitar a nuestro gato, pero la pipeta me parece la más cómoda. No tiene que llevar nada al cuello, en ocasiones el collar provoca irritaciones y es molesto. Además, si tenemos niños pequeños no van a tener que tocar un collar que al fin y al cabo contiene un producto que puede ser tóxico si los más pequeños se lo llevan a la boca.
Medidas a tomar en perros
Con los perros pasa algo similar. Podemos usar pastillas desparasitar perros, pero yo siempre prefiero usar las pipetas por su comodidad.
Hace unos años uno de mis perros tuvo un problema con un collar antiparasitario muy famoso, que le provocó una irritación con una posterior herida bastante fea en el cuello, y desde entonces siempre uso las pipetas.
Es cierto que el collar sólo hay que colocarlo una vez, pero si tenemos al perro dentro de casa lo vamos a estar tocando de forma constante y además es muy molesto en los paseos por el campo, pues se engancha y en algunos casos nuestro perro lo puede perder, por lo que habrá que comprar otro.
Si tenemos varios perros y juegan entre ellos, las pastillas o las pipetas son de nuevo la mejor opción. Creo que no soy el primero que ve cómo jugando un perro le arranca el collar antiparasitario a otro y se lo come, algo que no le hará nada bueno a su estómago.
Quizá alguno de vosotros piense que también hay productos en pulverizador que no tienen las desventajas de los collares, y es cierto, pero estos productos no suelen oler nada bien y además hay que ponerlos a menudo, con el problema de que a los perros no les suele gustar nada que los pulvericen.