Cuando vamos a comprar camas para perros vemos que hay una enorme cantidad de modelos, de todos los tamaños, formas, colores y materiales.
Sería casi imposible recomendarte una cama y por eso lo que vamos a hacer es darte una serie de recomendaciones o consejos para que tú elijas la que sea mejor para tu perro, pues la que es buena para uno no lo es para otro.
Hay que buscar una cama que sea adecuada a su tamaño
En el mercado encontrarás camas de muchos tamaños, una para cada tipo de perro, pero te recomendamos que para escoger la medida primero mires cómo duerme tu perro.
Los hay que duermen estirados (aprovecharemos para tomar la medida y comprar una cama de la que no se salga) y otros duermen enroscados, por lo que algunos especialistas dicen que con una cama muy grande no tendrán la seguridad que sí les da una pequeña.
La facilidad para limpiarla es fundamental
La cama se va a manchar con el uso, no digamos ya si en ella va a dormir un cachorro o un perro muy mayor. A ambos les cuesta controlar la orina y es posible que mojen la cama de vez en cuando.
Por eso, quizá el consejo más importante es que la cama de tu perro se pueda lavar con facilidad. Eso incluye que la funda se pueda quitar (debe tener una buena cremallera para que no se rompa a las primeras de cambio) y que el relleno no se desmorone en cuanto lo saquemos.
Sobre el relleno, debemos tener en cuenta que cuando se moja se expande un poco y pesa mucho, así que a no ser que tengamos una lavadora muy grande es posible que tengamos que llevarlo a una lavadora industrial, de esas que hay en las puertas de algunos supermercados y gasolineras.
Tiene que aislarlo de suelo
Una cama sirve para que el perro descanse y para aislarlo del suelo. La cama evita que se acueste sobre una superficie fría en invierno y que lo haga sobre algo duro que le puede provocar problemas de salud, sobre todo en las articulaciones.
Nuestro consejo es que siempre busques la cama de mejor calidad y que si tu perro es mayor o de razas grandes solo optes por camas con relleno viscoelástico. Son las más caras, pero las mejores del mercado.
Hay que desterrar la clásica cama de mimbre
Las camas de mimbre han sido las preferidas durante muchos años por su estética, y aunque cada vez se ven menos aún nos encontramos con algún perro durmiendo en ellas.
Si tu perro tiene una lo mejor es que la tires a la basura, puesto que son el lugar perfecto para que aniden todo tipo de parásitos y microrganismos.
Antes hablábamos de la importancia de que la cama se pudiese lavar bien y en este caso no se puede. Vamos a poder lavar el cojín que le pongamos dentro, pero no podemos meter el mimbre a la lavadora con agua caliente, lo que significa que con el tiempo se irá llenando de suciedad que no conviene que esté donde nuestro perro duerme.