Los aficionados a las mascotas siempre queremos más de una y entre las combinaciones más comunes está la de un perro y un gato, de los cuales se dice que no pueden convivir, pese a que es falso.
Son millones los hogares en los que hay ambos animales, aunque sí que podemos seguir una serie de trucos o consejos con el fin de que la convivencia sea mejor y más pacífica, al menos en un principio.
La presentación inicial es importante
Nunca hay que dejar a los animales juntos sin presentarlos, en especial si uno o los dos son adultos, puesto que entonces el desastre está garantizado.
Una de las mejores maneras de hacer la presentación es con uno de los dos en una jaula, aquel que creamos que puede mostrar un comportamiento más impulsivo o incluso agresivo, dejando el transportín en una zona alejada a la que el animal que está suelto no pueda acceder.
Así ambos se van acostumbrando el uno al otro, aunque nunca nos debemos de fiar y cuando los juntemos por primera vez, hay que procurar que el gato pueda escapar con facilidad.
Cada uno tendrá sus juguetes
Jamás es una buena idea que compartan sus juguetes, al menos hasta que no se hagan amigos, por lo que podemos entrar en una tienda de mascotas online y allí comprarle los suyos a cada uno.
También los dejaremos en lugares separados, para que no se mezclen y uno no coja los del otro, lo que será más común en el caso de los perros, evitando en lo posible las peleas.
Es mejor que coman en áreas separadas
La lucha por la comida siempre es un problema. Si tenemos dos perros es muy probable que el más dominante no deje comer al otro hasta que se haya saciado, y con los perros y los gatos ocurre lo mismo.
Aquí, el más problemático suele ser el perro, aunque también hay gatos que son muy territoriales y que defenderán su comida de los perros, que son los más glotones y los que siempre están buscando qué comer.
De este modo, cuanto más alejemos los platos mejor, siendo una buena idea poner cada uno de ellos en estancias de la vivienda distintas, ya que así no se molestarán mientras comen.
Tienen que empezar a convivir cuanto antes
El mejor consejo que podemos dar es que si hemos pensado tener a un perro y aun gato juntos, no dejemos la convivencia para cuando uno de ellos sea adulto.
Cuanto más jóvenes sean los animales, más sencillo será que se hagan compañeros inseparables que jueguen e incluso que duerman juntos en la misma cama.
Así, si nuestra idea es tener a los dos en casa, los llevaremos al mismo tiempo y mientras sean cachorros, ya que esto facilita mucho las cosas.
De todas maneras, con los consejos que hemos ido viendo se puede hacer que convivan bien, en especial si el perro no es demasiado territorial, pues en esos casos quizá lo mejor sea evitar al gato una situación que será peligrosa para él.