Una vez que hemos decidido que vamos a usar un collar para pasear a nuestro perro, en lugar del arnés, llega la hora de escoger el mejor lo cual no es fácil porque en las tiendas podemos encontrar muchos tipos de collares para perros.
Siempre pensamos en elegir el mejor, pero es posible que eso no exista, ya que cada animal tenga un tipo de collar que sea el mejor para él.
Hay que comprar uno de calidad
Elijamos el tipo que elijamos, lo que sí hay que hacer es adquirir collares de buena calidad, evitando los que venden en los bazares y que se rompen con mirarlos.

Así, nos fijaremos en que sea resistente, en el que el cierre sea sólido y en que la anilla aguante los tirones fuertes sin que parezca que se va a partir.
Debemos acordarnos de que el collar es que va a unir a nuestro mejor amigo a la correa con la que lo controlamos. Por eso, no queremos que se suelte en el peor momento, como cuando está nervioso y hay coches cerca, porque el cierre se abra o se parta.
La longitud es importante
Al adquirir un collar veremos que siempre marca la longitud, por lo que hay que medir el cuello de nuestro mejor amigo para que tenga el tamaño adecuado.
Los de algunos materiales, como el nailon, se pueden ajustar a diversos tamaños de cuello, por lo que vienen muy bien para los cachorros que están en edad de crecimiento, haciéndolo más grande conforme pasen las semanas.
Nunca le debe apretar el cuello, de ahí que nunca debamos comprar un collar muy justo con respecto al tamaño del cuello, pero tampoco debe quedarse suelto, puesto que así se lo sacará en cuanto de un par de tirones con la cadena.
Podemos probar distintos materiales
Dado el precio que tienen los collares, comprar uno de cada material no va a ser un problema, siendo los principales el nailon, el cuero y el metal.

Decantarse por uno u otro suele ser cuestión de estética, aunque lo mejor es que los vayamos probando, en especial si vemos que con alguno de ellos nuestro perro se siente incómodo o comienzan a aparecer calvas en el cuello.
Quizá el metal es el material menos aconsejable. Se usa en perros grandes, pero se calienta y se enfría enseguida. Además, tanto el nailon como el cuero son materiales muy resistentes, lo que no hace necesario poner collares de cadena a los perros.
Mucho cuidado con los collares de castigo
En muchas tiendas aún se pueden encontrar collares de castigo o estranguladores. El nombre es horrible, pero a la vez describe muy bien su funcionamiento, puesto que “ahogan” al animal cuando tira.

Durante años se han utilizado con perros grandes a los que es difícil manejar, pero lo cierto es que hay que tener muchos conocimientos para poder emplearlos, que sean efectivos y no hacer daño al animal.
De este modo, si nuestro perro tira lo mejor es evitarlos y contactar con un profesional para que nos ayude.