Hace algunos días, en una conversación con un amigo de la familia, le comenté que los perros pueden sufrir casi las mismas enfermedades que nosotros, los seres humanos. Enfermedades como la ceguera o la protagonista de nuestro artículo de hoy, la artrosis canina, que comienzan aumentar la probabilidad de su aparición tras superar el perro la barrera de los 8 años.
¿Por qué se produce la artrosis?
La artrosis canina, al igual que la nuestra, se produce por el desgate de los cartílagos que evitan que sus huesos se toquen y se gasten con el movimiento. Al desaparecer los cartílagos, los huesos comienzan a estar en contacto, produciéndose lo que comúnmente conocemos con el nombre de artrosis.
Este desgaste puede darse en cualquiera de las articulaciones que forman su cuerpo y en la columna vertebral. Cuando una de estas articulaciones se ve afectada por la artrosis, esta pierde su elasticidad, causando un dolor tan intenso que el perro es incapaz de moverse con normalidad.
¿Solo puede afectar a perros senior?
Aunque es una dolencia que se asocia a la edad, la artrosis también puede afectar a los cachorros. En este segundo caso, la enfermedad se denomina artrosis secundaria, y está causada por una malformación de herencia genética o un traumatismo. Incluso puede producirse por un exceso de peso.
¿Cómo puedo saber si tiene artrosis?
Detectar la artrosis en un perro es, desgraciadamente, algo muy sencillo de saber. Si ves que tu perro no apoya la pata, cojea y expresa dolor, quizá se encuentre afectado por esta enfermedad. Para asegurarse y no confundir esta dolencia con algún problema muscular, llévale al veterinario y que sea el quien confirme tu sospecha.
Prevenir y tratar la artrosis canina
No podemos evitar que nuestro mejor amigo se vea afectado por esta enfermedad, ya que es imposible luchar contra la edad, pero si es posible disminuir el riesgo de padecerla de forma prematura manteniendo al animal en su peso ideal.
¿La tiene a pesar de ser joven? No te preocupes, ya que en el mercado hay cada vez mejores soluciones, como los condroprotectores, para ayudarles a una vida lo más normal posible, siempre y cuando controlemos su peso y el ejercicio que realice se ajuste a su problema.
Una vez que la artrosis se ha diagnosticado, lo más usual suele ser un tratamiento a base de antinflamatorios y analgésicos para ayudarles a llevar una vida lo más llevadera posible.