Existen infinidad de consejos e historias sobre cuál es la comida más adecuada para que nuestro perro tenga una vida larga y feliz. El único precepto que todo amo canino debería tener en cuenta es que una buena alimentación permitirá a su mejor amigo de cuatro patas vivir una placida existencia. Abusar o no utilizar la cantidad adecuada de ciertos nutrientes provoca que su organismo sea más proclive a sufrir determinado trastorno. ¿No quieres equivocarte? Sigue este pequeño decálogo que viene a continuación para alimentar bien a tu perro.
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Dale siempre productos específicamente realizados para perros
Aunque ya los hemos dicho en más de una ocasión, la mejor manera de que vuestro perro tenga cubiertas todas las necesidades nutricionales básicas es con el pienso. Las sobras, aumentan la probabilidad hasta un 50% de contraer enfermedades relacionadas con la mala nutrición como por ejemplo la obesidad.
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Proporciónale más comida en invierno
Con el frío, su temperatura corporal baja y es necesario que se le aporte aproximadamente un 10 por ciento más de alimento para corregir este pequeño desfase.
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Aliméntale a diario alimento seco
La calidad de un alimento no se mide por lo bonito que sea su envase, su presentación o la publicidad que determinada marca haya realizado para promocionar su producto. Sin embargo, debes asegurarte de que tu perro como diariamente pienso seco, porque es una de las herramientas fundamentales para mantener una salud dental correcta.
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Cambia su agua con frecuencia
Aunque está parezca limpia y cristalina, tu perro agradece tener agua fresca y renovada cada día para saciar su sed.
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Nunca le des dulces ni salsas
Por mucho que te lo pida con ojitos suplicantes, nunca debes darle chocolate ni dulces a tu perro, estos son muy nocivos para su salud. Igual sucede con las salsas y sus calorías, las cuales no tienen ninguna utilidad para su organismo.
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Adapta la dieta a sus necesidades
Al igual que sucede con los seres humanos, las necesidades caninas van cambiando con el tiempo. La edad, actividad o el estado de salud, influyen de forma determinante en la cantidad de alimento que debe ingerir cada animal. Por ejemplo, un perro que se pase el día corriendo de un lado para otro, necesitará mayor cantidad de pienso que uno con una vida mucho más sedentaria.
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Nada de restos ni huesos
Los huesos pequeños, como los de las aves, se astillan con mucha facilidad. Estos pueden quedarse atrapados en la garganta o intestino del animal, provocando lesiones tan graves como las perforaciones o incluso la asfixia. Si quieres que mordisqueen algo, que sea un juguete o un hueso de cuero de buey o similares.
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La comida siempre a la misma hora
Los perros son animales de costumbres. Si le damos la comida siempre a la misma hora, podrá regular mucho mejor su apetito y su cuerpo aprovechará más el alimento. Secciona su ración en tres tomas diarias y evitarás que su ansiedad por la comida disminuya.
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No dejes su comida al sol en verano
Ya que con el calor aumentan las bacterias y con estas, la posibilidad de que Bobby se ponga enfermo.
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Golosinas sí, pero solo como premio
Multitud de dueños cometen el error de darles de forma constante golosinas a sus perros. Abusar de estos premios desequilibran su dieta y lo que es más importante, hacen que estas dejan de ser vistas como especial.