Sabemos que ya hemos tratado este asunto en algún otro artículo, pero como es un tema que preocupa a multitud de dueños primerizos y existen multitud de trucos y consejos al respecto, creemos que merece la pena dedicarle todos los artículos que sean necesarios.
Como conseguir acostumbrar a tu perro a los piensos comerciales
Muchos cachorros o perros que han sido alimentados con comida casera en su anterior hogar, se niegan a disfrutar de ese pienso para perros que con tanto amor les hemos comprado. ¿Por qué lo hacen? En ambos casos la razón principal para aborrecer el pienso comercial, es porque su dieta anterior les resultaba mucho más apetitosa que esas cosas tan extrañas que ahora pretendemos que coma.
Aficionarle al pienso para perros puede que no sea nada sencillo, pero quizá puedas conseguirlo mucho más fácil con estos consejos que te dejamos a continuación.
No intentes obligarle
Si no quieres que tu perro termine odiando el pienso, evita cualquier tipo de manifestación que le haga entender que quieres que se coma eso por encima de todo. Obligarle a ingerir algo que no quiere, lo único que le generará es, al igual que a nosotros, una repulsa de ese alimento.
Para comenzar solo 2 o 3 bolas
Puede que no parezca un gran avance, pero si consigues que vaya descubriendo poco a poco su nuevo alimento revuelto entre un poco de arroz o la comida que más le guste, habrás dado un paso bastante grande.
En el caso de que las deje e incluso las mire con cara de “cométalas tu si quieres”, no desesperes puede hacérselas más atractivas con el siguiente truco.
Prueba con un poco de margarina
La margarina, rebozada sin cubrir completamente los gránulos, despertará su curiosidad y sus ganas por descubrir que es eso que huele tan bien. ¿Sigue negándose a comer? No te preocupes, ya que también existe la opción de remojar las croquetas ligeramente y calentárselas junto a la otra comida en el microondas.
¿No come? Prueba con la comida para perros húmeda
No desesperes, ya que siempre podrás echar mano a la infalible comida húmeda, a la que prácticamente ningún perro de este planeta es capaz de resistirse. La técnica es prácticamente la misma que en los consejos anteriores, camuflaje de pequeñas porciones y según vaya tolerando el pienso ir recortando la proporción de comida húmeda.
Ahora que lo has conseguido, tranquilidad
Lo más normal es que a estas alturas ya hayas conseguido que no se deje las bolas en el plato. Ahora, lo único que debes hacer es armarte de paciencia e ir aumentando poco a poco la cantidad de pienso.
Nunca hagas este cambio de golpe, ya que su organismo notará este desequilibrio, provocándole a tu mejor amigo, vómitos, molestias digestivas y diarreas.
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