Al igual que nos sucede a los seres humanos, los años hacen que el cuerpo de nuestro mejor amigo vaya sufriendo una serie de achaques propios de la edad. Uno de estos pequeños problemas a los que tiene que enfrentarse, es la pérdida de su visión, provocada en un alto porcentaje de casos por las cataratas.
¿Qué son las cataratas?
Sé que a multitud de vosotros les puede parecer increíble que su perro pueda llegar a sufrir este problema ocular e incluso asustarles, pero lo cierto es que es un problema muy común que no les impide llevar una vida completamente normal.
Lo que conocemos con el nombre común de cataratas, es ni más ni menos que una degeneración del cristalino. Una degeneración, que hace a este último perder su transparencia, convirtiéndose con el paso de los años en esa estructura de color blanquecino que muchos perros de edad avanzada tienen en su mirada.
Son mucho más frecuentes en perros senior, pero en algunas ocasiones estas también pueden aparecer en ejemplares jóvenes.
¿Cómo afectan las cataratas a mi perro?
Disminuyendo la capacidad visual de tu perro hasta en un 80%. Admito que es una cifra bastante elevada, pero lo cierto es que no les impide (salvo que estemos hablando de un perro joven) seguir con su rutina habitual.
De hecho, nuestra primera perra las tenía en ambos ojos y no se iba chocando por ningún sitio. Recuerdo que con 14 o 15 años corría y saltaba, como si sus ojos estuvieran perfectamente sanos. ¿Por qué no la operamos? Porque era demasiado mayor y el riesgo de que no superara la anestesia era bastante elevado.
Tratamiento para las cataratas en perros
El tratamiento para este tipo de patología, es exactamente igual que el de los humanos, la operación.
Ojo, no todos los perros pueden pasar por el quirófano para eliminar este problema. Para que tu mejor amigo sea operado, tiene que tener una salud de hierro que de ciertas garantías a la hora de enfrentarse a la anestesia, no sufrir otros problemas oculares y que las cataratas estén en ambos ojos.